¿Ayudar?.

 

La gran mayoría de las personas que acceden a Reiki, que he conocido, tienen prácticamente desde el principio un intenso deseo de ayudar, de poner a prueba Reiki, y de mostrar, a los demás, que Reiki funciona y, por supuesto, que es una maravilla.

Pero hay algo que es imprescindible para que Reiki sea efectivo y es que exista voluntad de recibirlo por parte de las personas a quienes se lo facilitamos, de otra forma esas personas simplemente cierran su sistema energético y la energía no les llega.

Antes de dar Reiki a alguna persona deberíamos esperar a que nos lo pidieran, o a recibir autorización de la persona en el caso de que se lo ofrezcamos nosotros. En los casos en los que la comunicación verbal/consciente no sea posible, simplemente pediremos permiso psíquicamente y actuaremos en función de la respuesta intuida que recibamos.

Para aquellas personas que ya conocen Reiki y que a pesar de ello solo se acercan a nosotros para recibirlo sin dar nada a cambio, lo que vulgarmente se denomina vampirismo o chupeteo energético, mi recomendación es instarles a que se inicien ellos en Reiki y así accedan a la energía por si mismos.

En algunos casos la mejor ayuda suele ser no ayudar.

No obstante hay multitud de formas de ayudar, para mi la mejor es estar nosotros mismos lo mejor posible, dándonos nuestro autotratamiento de forma constante, realizando nuestras meditaciones y ejercicios vamos a conseguir, sin hacer nada por los demás, que simplemente con nuestra presencia cambie en gran medida todo nuestro entorno producto de la luz que emitimos, lo que va a determinar que quienes están a nuestro alrededor al ver que nosotros estamos siempre bien acaben imitándonos en nuestras formas de hacer, y nos pidan ayuda y consejo para conseguir ellos por si mismos estar igual de bien que nosotros.

 

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