Fobias y miedos.

 

Con el miedo hace ya mucho tiempo que me di cuenta de que vivir preso de esa emoción es un incordio y para mi no era viable, y a partir de ese momento tome la decisión de plantarle cara a las situaciones que me dieran miedo, y hacer lo que considerara que tenía que hacer, al margen de lo que otras personas consideraran hacer como represalia, es una lástima que en muchas situaciones cotidianas lo que se plantean son abusos, no me refiero ya a estímulos que te puedan dar más o menos miedo por no entenderlos, me refiero a situaciones en las que hay cierto nivel de coacción implícita..., en cualquier caso, se produzca miedo por una cosa o por otra, la solución que he visto yo siempre es la misma, dar la cara.


Con situaciones en las que no hay una agresión implícita, pero que por cualquier razón emocional o psicológica el miedo nos satura yo recomiendo exponerse de forma calculada a esos estímulos, miedo a las alturas, a la velocidad, a los espacios cerrados, a volar, etc.....


En el caso del miedo a las alturas el tema puede ser tan sencillo como buscar un lugar alto, y acercarse lo suficiente como para estar en un cierto nivel de tranquilidad e incomodidad tolerable, cuando con el tiempo nos vamos acostumbrado a estar en ese lugar y nos sentimos cómodos, avanzamos un poco más, y volvemos a lo mismo, nos mantenemos ahí hasta que conseguimos estar cómodos, y así hasta que resolvemos totalmente el problema, es decir debemos buscar estar en un nivel de tolerancia que nos permita acostumbrarnos, sin que la intensidad de esa emoción nos sature.


También podemos utilizar Reiki en esas situaciones para evaporar muy rápidamente las energías de miedo e incomodidad, y por supuesto, si recordamos el trauma que nos originó esa fobia, simplemente dándole Reiki a esa situación, o a nosotros mismos en los riñones visualizándonos en esa situación, la solución puede ser mucho más rápida.

 

Una práctica muy sencilla, que la persona que padece esos miedos o fobias debe querer recibir, para conseguir resultados.

La persona deberá relajarse, le pondremos una mano en un riñón y la otra en el otro riñón, y le pediremos que se ponga en situación visualizando lo que mas miedo le produce o la fobia en cuestión, en función de la cantidad de energía que seamos capaces de canalizar deberemos hacer un trabajo más o menos prolongado.

El efecto suele ser que la persona poco a poco va reduciendo el miedo que sentía ante ese estimulo sensorial, posiblemente basado en alguna experiencia traumática.

Lo que hemos hecho, es muy sencillo, al pedir a la persona que visualice y sienta lo que le da miedo, conecta con esa situación, al aplicarle Reiki en los riñones, cambiamos la frecuencia del miedo que siente por otra frecuencia mucho más amorosa, es decir hemos cambiado el registro electromagnético emocional asociado a esa experiencia traumática.

El tiempo de tratamiento es variable, depende de cada persona, deberíamos parar de dar Reiki cuando la energía deje de fluir a los riñones, o cuando alguna otra razón así nos lo aconseje, este trabamiento se debe adaptar a las peculiaridades de cada persona.

 

 

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