Injusticias.

 

A lo largo de la vida todos hemos sufrido situaciones que hemos considerado injustas, que nos han causado múltiples trastornos, frustración, inconvenientes y dolor. Nos mienten, nos roban, nos hieren, abusan, fallecen personas muy amadas, hay hambre, enfermedad, penuria, y un largo etc.

Muchas personas se preguntan que objeto tienen esas situaciones, que aportan a quienes las experimentamos aparte de mucho sufrimiento.

Por supuesto explicaciones hay miles, razones y justificaciones, igualmente hay multitud, y todas pueden ser perfectamente válidas.

Muchos piensan que la injusticia no debería existir, que "Dios" para los que creen, y lo que sea para los que no, no debería permitir que eso exista, pero existe.

Pero, qué utilidad tiene la injusticia desde el punto de vista espiritual, para entender esto primero debemos saber las cualidades o por lo menos algunas de las cualidades que  deben caracterizar, o debe poseer, una persona con un elevado nivel espiritual.

Y algunas de ellas son:

* Paz interior.
* Amor a si mismo y a los demás.
* Alegría.
* Seguridad en si mismo.
* Equilibrio interior.
* Capacidad para responder de forma positiva en la peor de las situaciones.

Debemos tener en cuenta además, que quien crece espiritualmente también lo hace en su capacidad energética de forma notable, son abundantes los ejemplos de personas de todas las filosofías y religiones o al margen de ellas, que han conseguido un notable nivel espiritual, y que realizaban prácticas muy notables.

La capacidad energética de una persona no es igual dependiendo de si se ha desarrollado espiritualmente o de si no lo ha hecho, es decir no es lo mismo manejar la energía de una pila de un transistor que la de una central nuclear.

Así quien crece espiritualmente tiene como necesidad básica, para controlar una notable capacidad electromagnética, desarrollar un carácter tranquilo y amoroso, de forma que no derroche su vitalidad  y bloquee su sistema energético y su cuerpo físico en un estallido desmesurado, como puede ser el que se produce en una rabieta.

Así la injusticia se configura como una herramienta de crecimiento espiritual, es el examen que todos debemos pasar en la vida, una y otra vez hasta que entendamos el mensaje que lleva implícito.

Aquellos que están en el camino del crecimiento espiritual conscientemente solo tienen dos alternativas, para mantener un elevado nivel energético, la indiferencia y el amor, y a ser posible el amor debe estar presente en todo, la indiferencia solo es viable cuando no se consigue amar. En cuanto a las  emociones como la rabia, la venganza, la ira, los celos, etc., simplemente son tóxicas por lo que utilizarlas habitualmente implica que  no solo no se crece sino que te perjudicas a ti mismo, por lo que no son una opción viable para quien quiere crecer.

Así que visto lo anterior, cuando llega una injusticia, es decir el momento de ponernos a prueba, seguimos teniendo todas las opciones para reaccionar, pero si nos enfadamos, no solo nos hace daño la injusticia que recibamos, sino que además nos lo hacemos nosotros mismos, al generar una emoción tóxica que envenena nuestro cuerpo con nuestra propia energía y con toda nuestra capacidad, agotándonos y bloqueándonos; si reaccionamos con indiferencia, o con amor, y simplemente ponemos los medios para resolver ese problema, pues el tema es bastante diferente, ya que al no dañarnos a nosotros mismos, luego no tenemos que resolver ese problema adicional, solo la injusticia, por supuesto si entra dentro de lo posible, de nuestra capacidad y se da la oportunidad para ello.
 

 

 

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