La soledad. 

 

Ya hace algún tiempo que vivo solo, en el futuro ya se verá si continuo viviendo solo, pero de momento es así. Mi experiencia con la soledad ha sido interesante, muy interesante, también dura, sobre todo al principio, pero ha sido una experiencia que me ha aportado mucho, me ha enriquecido mucho, y me ha permitido aprender a estar en mi  centro, por mi mismo y para mi mismo, sin necesidad de la compañía permanente de otros.

 

Con la perspectiva actual del aprendizaje realizado aprecio personalmente que la soledad es algo que todos deberíamos aprender.

 

Al poco de empezar esta experiencia empecé a darme cuenta de algunas cosas:

 

* Mi nivel de actividad social disminuyó sustancialmente.

* Mi nivel de intercambio emocional también bajó sustancialmente.

* Mi tiempo libre se incrementó sustancialmente.

* Me había quedado sin gran parte de los estímulos, actividades, y experiencias que día a día tiene una persona que vive en familia.

* Mis cuerpos físico,  emocional, psíquico, me pedían actividad, estaban acostumbrados a cierto nivel de actividad, y se resistían a disminuir ese nivel de actividad.

 

Así las cosas, con muchísimo tiempo libre, y sin nadie con quien compartirlo, empecé a darme cuenta de que mi nivel de actividad interna aumentaba progresivamente al disminuir la externa, y mi organismo empezaba a depurar sacando hacia fuera montones de situaciones que habían generado tensión dentro de mi, y que había somatizado, pero claro, cuando empecé a ver que me sentía mal, sin que nadie me hubiera hecho nada, en ese mismo momento, empecé a decir, pero que pasa aquí…

 

Sabía perfectamente que no estaba enfermo, y que lo que menos necesitaba en mi caso personal eran medicamentos. Los estimulantes como el café ya los había eliminado de mi vida hacía años y aún así había hiperactividad emocional interna en mi cuerpo.

 

Decidí que en lugar de ponerme a ver la tele y llenarme de más basura emocional, que generase más hiperactividad interna, con lo que otros proyectan a diestro y siniestro (ya percibía que ese tipo de programación me hacía daño), era un buen momento para realizar un buen trabajo, para crecer energéticamente y personalmente, con Reiki y con meditaciones.

 

Así me puse un intenso programa personal de meditaciones, y de trabajo con Reiki, mi objetivo permanente era elevar mi capacidad energética muy sustancialmente, y crear más bienestar interno en mi mismo y por mi mismo, sin estímulos externos.

 

Me di cuenta que cuando mi cuerpo se ponía a depurar internamente alguna situación del pasado,  si me dejaba arrastrar por esas emociones, al final me convertía en una ensalada de dolor, frustración, enfado, e ira permanente. Así que decidí que siempre que notara que me encontraba ligeramente mal emocionalmente empezaría a trabajar sistemáticamente con mis prácticas de crecimiento personal para sentirme bien, y así lo hice, aún así, un nivel razonable de equilibrio personal tardó en llegar unos 2 años, desde que empecé a vivir solo, tiempo de un intenso proceso depurativo y de prácticas para mantenerme bien por mi mismo, sin nadie más.

 

Ahora mismo tras algunos años de práctica personal conmigo mismo, tiendo a un buen equilibrio personal la mayoría del tiempo, ya no me subo por las paredes como me ocurría al principio, y las relaciones con otras personas que aún no han aprendido a estar bien consigo mismas, por si solas, no son en general de mi gusto, por la cantidad de conflictos inútiles que generan, he aprendido a estar bien conmigo mismo y por mi mismo, y vivir con otras personas para no estar solo, ha dejado de ser una prioridad para mi, si ello lleva aparejado estar en conflicto permanente.

 

Recomendaciones para que la soledad sea una experiencia enriquecedora.

 

* Evita todo aquello que sabes a priori que te hace sentir mal, nunca te centres en ello.

* Aprende todas aquellas prácticas para tener una vida sana, cómoda, y placentera, sin necesidad de que te las den otros, lavar, cocinar, reparar cosas, meditar, ejercicio, etc.

* Siempre que te notes mal emocionalmente dedícate a hacer cosas que te hagan feliz, en ese momento, en lugar de dejarte arrastrar por el pesimismo.

* Crea un proyecto de vida, basado exclusivamente en cosas que te gustan, tienes mucho tiempo, haz todo aquello que te nutre, te haga sentir bien, feliz y en armonía contigo mismo.

* Si no quieres crear un proyecto de vida tampoco pasa nada, pero mira todo lo que te agrada, te hace sentir bien y feliz y hazlo sistemáticamente. Todo ello enriquece tu vida y te aporta felicidad.

 

Lo que no es recomendable hacer:

 

* Crear proyectos para los que es imprescindible que otros sean o actúen de una forma determinada, siempre van a hacer las cosas a su aire, no al nuestro, así no vas a conseguir sentirte feliz.

* Si te dejas arrastrar por el pesimismo es lo que vas a tener de forma habitual.

* Si no te cuidas a ti mismo no te vas a sentir bien contigo mismo nunca.

* La queja sistemática y continua nos mantiene permanentemente en esa posición y genera infelicidad, malestar, dolor, enfado, ira, y no nos aporta nada constructivo, solo más malestar.

 

Medicamentos:

 

Los tranquilizantes, relajantes y otros elementos similares deben ser evitados en la medida de lo posible, ya que generan adicción, y detienen el proceso depurativo emocional interno de nuestro organismo al bloquear su actividad, atascan, tienen contraindicaciones, y bastante toxicidad, en muchos casos.

 

En la medida de lo posible y según los casos, deberían ser sustituidos progresivamente por prácticas de relajación y ejercicios físicos adecuados a la persona, para facilitar el proceso depurativo emocional que nos lleve a un estado de bienestar personal permanente.

 

Prácticas que te van a ayudar a estar bien sistemáticamente:

 

Reiki, meditación, yoga, tai chi, chi kung, artes marciales, ejercicio, pasear, aprender cosas (hay muchas cosas que poder hacer), desde luego todo lo que te gusta, siempre que no perjudique a los demás, te va a aportar felicidad.

 

Importante tener en cuenta:

 

Lo que llevamos acumulado emocionalmente durante toda nuestra vida no es algo que se limpie en 5 minutos, requiere mucho trabajo, constancia, y quererse y cuidarse mucho a uno mismo, en mi caso cierto nivel de equilibrio personal empezó a aparecer tras 2 años de trabajo sistemático y continuo con meditación, Reiki, y tras aprender a enfocarme exclusivamente en lo que me hacía feliz, evitando sistemáticamente prestar atención a lo que no me hacía sentir bien.

 

Como saber cuando has conseguido este aprendizaje:

 

Lo has conseguido cuando estás con otros exclusivamente por gusto, en lugar de por necesidad de compañía, de actividad, por aburrimiento, carencias, etc.

 

Inicio

Inicio