Palabras.
En la época actual la mayor parte de la comunicación es verbal,
también por supuesto hay una gran cantidad de comunicación psíquica,
emocional, energética, que en general es desechada, y son las
palabras las que se llevan la mayor parte del peso de la
comunicación entre personas ya sean conocidas o desconocidas.
Las palabras son herramientas de comunicación realmente notables,
las utilizamos a modo de símbolos que significan determinadas cosas,
y cada palabra lleva asociada una energía determinada. Socialmente
existe una serie de significados asignados a cada palabra que nos
permiten relacionarnos entre nosotros.
No obstante cada palabra no solo tiene un significado social,
también tiene una carga emocional, una energía que vibra a una
frecuencia determinada dentro del rango de percepción socialmente
aceptado, desde lo más nefasto a lo más bello y amoroso, y ello a
pesar de que nos faltan palabras para expresar una gran cantidad de
experiencias.
Y son esas frecuencias energéticas que cada palabra lleva asociada
las que de una forma notable nos afectan, por supuesto, en tanto en
cuanto aceptamos esas convenciones sociales y nos identificamos con
los significados y con las energías correspondientes, cuando somos
receptores de ellas.
Es decir, lo mismo que es posible aceptar esas energías asociadas a
las palabras, es igualmente posible no aceptar, no recibir, no
implicarse con el significado de las mismas.
En el camino de crecimiento espiritual es determinante para aquellos
que han decidido crecer, negarse a identificarse con aquellas
palabras, signos, símbolos, energías, que podamos recibir en
cualquier circunstancia y cuyo efecto determine perder nuestra paz y
armonía interior.
¡¡¡Verdad que es un trabajo divertido!!!